Al ser la órbita o trayectoria que ella dibuja a nuestro alrededor de la forma de una elipse, es lógico que tenga un apogeo, -máxima distancia desde la cual la vemos pequeña, y un perigeo, máxima cercanía que deja verla de gran tamaño respecto de la posición terrestre.
Aclarado este punto que nos sirve como para no magnificar algo cuyo título puede confundir por lo rimbombante, pasamos ahora a describir el aspecto astrológico de este fenómeno que se producirá en el Signo de Aries, -posición lunar-, y en el Signo de Libra, -posición del Sol-.
En el instante en que se produce el plenilunio, culmina a su vez un proceso que muestra en paralelo la magnificencia de todo lo que representa la Luna en el cielo, un despliegue de sucesos que nos dejan ver el incremento de la receptividad, la reactividad, la sensibilidad a los estímulos, -en este caso considerados o experimentados como agresivos o individualistas en exceso-, produciéndose a su vez una respuesta de igual intensidad y dirección contraria que contendrá llamas, calor, acaloramiento y todo lo que sea una señal "roja" de alarma, detención o corte. Por el lado positivo puede marcar culminación de algo que se considera logro o iniciativa feliz.
Podría tratarse tanto de un ataque de cólera como de una defensividad airada ante alguien que no toma una decisión o que convoca a que con su pasividad, duda o postura "tibia", se convoque al enojo del otro, a la falta de paciencia o a tomar repentinamente, decisiones inesperadas. También puede señalar entusiasmo por el comienzo de algo nuevo o el poder dar un puntapié inicial a algo que quizá no esperábamos.
Al estar Urano participando de este aspecto, podría existir un factor "sorpresa" que actuara como variable imposible de calcular, incrementando así la imprevisibilidad y los momentos que nos cambian el estado anímico o físico en un abrir y cerrar de ojos.
Cuidado con los golpes, las maniobras arriesgadas, las peleas de pareja y también las rupturas.
En estos momentos es posible adquirir mayor capacidad de observar dos caras de un asunto, fenómeno o experiencia y distinguir un capricho de una decisión consciente. Lo que sea capricho pasará, lo que sea consciencia, dará su fruto en dirección a un logro o a un quiebre en las relaciones.
Los que más recibirán este impacto, serán los Aries, Cáncer, Libra y Capricornio y también todas las personas que en la Carta Natal tengan cuerpos celestes o Ascendente alrededor del grado 23 de dichos Signos.
En general, aumenta el disconformismo, el descontento y la necesidad de un cambio drástico en situaciones que pueden involucrar al hogar, el trabajo, la familia, el sitio donde se vive, (tierra, país, territorio) y las compañías. Si estamos tratando de someternos a algo que no queremos, es posible que con la Luna Llena, salten las chispas.
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